Cuenta la leyenda que en el tiempo el hombre siempre era capaz de encontrar un refugio, un lugar cálido para el frio, fresco para el calor y seguro para cada amenaza que este cerca.

Es por eso que en la evolución aplicaba todo lo que estaba a su alrededor para formar dicho refugio, hasta que descubre que, al secar el barro, forma bloques que juntos hacen una fuerza una pared, que unida forma más que solo una casa, es una estructura que le proporciona la seguridad que busca.  

Con la experiencia y la pasión de los hombres de crear su sello personal que perdure en el tiempo y en generaciones los bloques evolucionaron y se convirtieron en “Cerámicos del Norte” – CERAMIREX